Trofeo RACE de Navidad (IV): Corriendo en el Jarama

Este fin de semana tendrá lugar el segundo Trofeo Race de Navidad, una prueba que recoge el testigo de lo que primero fueron los 1000Km Hyundai y posteriormente los 500Km del Jarama. Con motivo de esta segunda edición publico la cuarta (y última) parte de la serie.

Previamente hemos repasado cómo empezar humildemente en el mundo del motor, qué debemos aprender y practicar y cómo debemos prepararnos para una carrera. En esta ocasión veremos cómo fue la carrera y cómo la viví.

Este iba a ser mi debut en competición, contando como compañero con Aitor Sánchez, que ya ha montado más veces con el MX-5, e incluso ha corrido con él. En anteriores entregas os he contado cosas que hay que hacer antes de una carrera. Pues bueno, yo no puedo dar ejemplo en algunos de los puntos. Os comenté en algún artículo anterior que es bueno entrenar con el coche antes de la carrera y en el circuito donde vas a correr, así vas ganando experiencia, aprendes las reacciones del coche, las trazadas, referencias, etc.

En mi caso no pudo ser; Por trabajo no pude acudir a ningún track day de la Escuela Española de Pilotos previo a la carrera para entrenar con el Mazda MX-5, con lo que iría de nuevas en muchos aspectos. Nunca he conducido un coche de competición en el Jarama (lo del Mini de Drivex ni lo cuento, porque eso es pasearse), y mucho menos yo sólo sin nadie con experiencia de copiloto.

Además, antes de eso las veces que he rodado en el Jarama ha sido con coches de calle y tampoco buscando el límite, con lo que no son experiencias válidas de cara a esta carrera, aunque sí me sirve tanto el conocer el circuito como el haber desarrollado la versión virutal para el rFactor. De momento yo no veo ninguna pega…

Con esto llegamos al viernes por la tarde. Termino el trabajo y me dirijo al Jarama para realizar las verificaciones técnicas y administrativas, colocar los patrocinadores (gracias a AUTOBLOG y PATROCINALOS) y hablar sobre la estrategia de carrera y demás. El sábado el tiempo no está claro y parece que la carrera tiene muchas opciones de ser en mojado. ¿Quien dijo miedo?

Tras practicar también unos cambios cambios de piloto (cosa que no había hecho en mi vida tampoco) y dar un poco de pena por el camino (al menos yo, metiendo tripa para poder enganchar el arnés) era la hora de ir a casa, al menos para mi ya que los mecánicos de la Escuela y Dani Carretero (nuestro Driver Coach para la carrera) se quedaban terminando de preparar todo para el sábado.

Me despierto temprano, he conseguido dormir bien y no estoy especialmente cansado ni nervioso; Emocionado más bien. Salgo para el Jarama y hace un tiempo de perros. Frío, muchas nubes y lluvia, lo mejor para una carrera en un trasera que no he conducido nunca y por unas trazadas que no conozco. Pero aunque no lo parezca estoy tranquilo, mentalmente ya tenía presente esta posibilidad y las carreras en agua cada vez me gustan más.

Llego al circuito temprano, a uno de los boxes de final de pit lane. Allí está el Ginetta G50 en el que correrán Morcillo y Cintrano, junto al Mazda MX-5 en el que correremos Aitor y yo. Tras el briefing acordamos cómo haríamos la hora de clasificación. Primero saldría Aitor 15 minutos y comprobaría que todo está OK, luego saldría yo media hora para cogerle el tacto al coche, al circuito y ver si iba bajando el ritmo. Al final terminaría Aitor con otros 15 minutos.

Salimos a pista con unos semislicks, que en principio nos facilitarán la vida en estas condiciones aunque no sean los neumáticos más rápidos. Da igual, hay pocos coches en las categorías inferiores y la carrera son 3 horas. Y esa es otra, nos sentimos fuera de lugar con la categoría, corriendo contra los Clios y los Minis cuando tendríamos que haber estado en una categoría inferior (nos pusieron por cilindrada en vez de por tiempo de vuelta del coche).

Tras unos 15 minutos donde Aitor ponía a punto el coche yo me iba preparando mientras miraba la tabla de tiempos. Se me hizo raro mirar la pantalla pensando que a continuación iba a subirme yo, pero es algo que desde hace tiempo quería. A la vez una duda me corroía por dentr, ¿estaría a altura de las circunstancias? No sólo no quería liarla parda, sino que quería ser rápido, lo suficiente como para no hacer sentir mal a todos por su duro trabajo (a Dani, a Mariano, a Manuel, a Aitor, a Javier, etc.).

Llega Aitor por el pit lane, se para, le desabrocho, sale y me subo yo. Me pongo cómodo, engrano primera y salgo a pista… (me acaba de dar un escalofrío al escribir esto recordándolo). Vamos con calma me digo, a hacer trazadas de agua y ver qué tal la pista y el coche. Ya iba en sobre aviso de que el coche no permite cruzarlo mucho, y que hay que cortar los sobrevirajes rápido. Freno a final de recta «como un niño», entro a la curva «como una abuela» y salgo acelerando moderadamente.

Entro a Farina con más miedo que vergüenza, pensando en no salirme al principio. Continúo por el circuito y noto como subvira el coche en según que partes, o cómo se alargan las frenadas si lo haces por la zona habitual o se mueve un poco el culo del coche. Incluso noto como al hacer algunos cambios de marcha (de 2ª a 3ª normalmente) de manera rápida me patina el culo, así que hay que tomárselo con calma. Tengo algún susto durante la tanda, algún contravolante que se solventa sin problemas, pero nada más. Ni salidas de pista, ni trompos ni golpes.

Eso si, mi tiempo fue un poco lamentable, 2:31, pero había sobrevivido a un primer contacto en condiciones adversas, sin nadie que me guíe desde dentro. Se acababa mi media hora de tanda, que se me había pasado volando. Mientras yo seguía pensando en las trazadas y los tiempos fuera del coche Aitor me bajaba 7 segundos la vuelta, seguramente sin ir a tope. No lo dije en su momento, pero eso a mi me hizo seguir pensando en si estaría a la altura.

Con apenas tiempo entre la clasificación y la carrera (no había entrenos libres) repasamos el vídeo que podéis ver arriba de la clasificación. Trazadas y comentarios varios, pero principalmente hablar de que la pista estaba mejorando, las nubes se estaban quitando y la pista secando. Decidimos al final salir con slicks nuevos, y que la salida la hiciera Aitor, tanto por su experiencia previa como por sus tiempos de vuelta.

La estrategia sería intentar hacer sólo una parada si el depósito duraba hora y media (por ahí andaba), con Aitor primero y luego yo. Además había un máximo de hora y media por piloto, así que aunque el depósito pudiera durar más había que parar si o si. Nos preparamos, el coche se va a la parrilla, decimoctavos, último lugar pero nos da igual, en carrera iremos escalando. Pasan los minutos y hay que abandonar la parrilla, empieza la vuelta de formación.

Terminan de dar la vuelta y empieza la carrera, con Aitor empezando tranquilo debido a las ruedas nuevas, frías y una pista aun húmeda o mojada en algunas partes. Los tiempos son altos, pero Aitor poco a poco va ganando ritmo y adelantando a coches de categorías inferiores. La pista va mejorando y nosotros también, en la 4ª vuelta ya vamos 16, en la siguiente vuelta otra posición más ganada, y en la 6ª vuelta otra más, ya vamos los 14 gracias a una buena salida de Aitor.

Seguimos en esa posición hasta la vuelta 23, donde el Viper se queda parado y se retira.En la vuelta 38 (nuestra, líder de la carrera, el Ginneta de Morcillo y Cintrano ya nos sacaban 7 vueltas) Aitor entra en boxes para el cambio de piloto. No hemos llegado a la hora y media por lo que habrá que parar otra vez, pero ahora la situación de carrera es bien distinta, así como el clima.

Me subo al coche y me dirijo a la zona de repostaje. Durante el mismo sentado en el coche me pongo a pensar qué tengo que hacer cuando salga. La pista ya está seca, hace sol y voy con slicks, ¡igual que en la clasificación! Esos minutos parado me ayudan a calmarme un poco también, más por el trajín del cambio de piloto que por los nervios.

Unas mejores condiciones en pista me dan más confianza de cara a (no) liarla. Hay más agarre, pero hay más márgen hasta que las cosas se vayan de madre. Eso si, tocaba hacer de nuevo todo el trabajo hecho en clasificación, pero sumando el que estás en medio de una carrera de resistencia. La diferencia de agarre se nota muchísimo y esta vez consigo ir bajando el tiempo de vuelta rápidamente. En mi 7ª vuelta ya ruedo en los tiempos que estuve haciendo durante la carrera (2:03-2:04), alejados de los de Aitor (1:59-2:00) pero al menos constantes.

Poco a poco voy cogiendo confianza, sobretodo en las frenadas, apurando cada vez más, con cambios de marcha rápidos y trazadas limpias, pero mientras ruedo sigo pensando, ¿donde me mete tiempo Aitor? Le doy vueltas pero desde el coche, sin referencias ni indicaciones, y sin querer arriesgar más de la cuenta no consigo bajar de un 2:02,9 frente al 1:58,9 de Aitor.

Además de eso la carrera es larga. Ya antes de empezar hablé con Dani para que me sacara el cartel de vez en cuando y me mostrara información sobre la posición, distancia con los rivales, etc, pero al poco de empezar me «perdí». De repente no sabía ni cuanto tiempo llevaba ni cuanto tiempo me quedaba. ¿Qué hago? No puedo indicar desde el coche para que me digan la hora así que empiezo a buscar referencias.

No hay tabla de tiempos en el Jarama, no indican el tiempo que queda en la meta, cosa que si hacen con las vueltas que quedan en carreras al sprint. No me da el tiempo de carrera el display del coche pero… si vamos a tanda por depósito, el marcador de la gasolina sería mi referencia.

Miro, quedan tres cuartos de depósito así que llevo unos 20-25 minutos en el coche y me siento bien. Mis tiempos han ido bajando hasta los 2:04 y voy teniendo más confianza con el coche, especialmente con la frenada. Aun estoy lejos de los tiempos de Aitor, pero no está mal dadas las circunstancias. Hay que seguir apretando y bajar los tiempos.

A los rivales de clase no los íbamos a coger de todas formas, ya que eran todos clios y minis, mientras que nos tendrían que haber puesto en una categoría inferior. Esto fue así porque por cilindrada estábamos bien colocados según el reglamento, pero según el rendimiento del coche encajábamos en la categoría inferior, donde los rivales serían un Peugeot 207 THP (1.6 turbo al que no le aplicaron la corrección por rodar en tiempos parejos al nuestro), un Ford Puma y un Hyundai Getz.

El estar en la categoría incorrecta nos «quitaba» presión, ya que no íbamos a poder luchar contra nuestros rivales directos, y luchar contra los de la clase inferior sólo nos iba a calentar la cabeza, así que era más fácil centrarse en rodar que en la posición por la que estabas luchando, aunque fuera en la distancia.

El caso es que al poco de ir rodando y estar bajando mis tiempos un SC aparecía y me cortaba el ritmo, pero así podría tener más experiencia al tener que mantener las ruedas y los frenos calientes, y vivir la experiencia del relanzamiento de carrera. Pronto se formaba detrás de mi una cola de coches más potentes mientras yo iba a tope intentando pillar al SC. Es raro porque yo iba a lo que podía y ellos de paseo…

Tras unas vueltas el SC se retiraba, y detrás de mi tenía al 207 THP (líder de la categoría donde tendríamos que haber corrido) y a un clio. Yo me quedé a la izquierda para no molestar (pero sin levantar el pie) mientras el clio adelantaba a ambos coches, y el 207 se situaba detrás de él. Al llegar a la frenada de final de meta el 207 blocaba y embestía al Clio, y yo detrás a unos 5 metros viendo el panorama… desde luego fue interesante el relanzamiento de carrera.

Al comenzar de nuevo la carrera parece que hice bien los deberes, porque el coche enseguida volvió a mis tiempos y no tuve problemas en frenadas ni nada. Poco a poco el tiempo iba pasando, y cuando llebaba la mitad de la tanda empezó a dolerme la cabeza y marearme un poco. La razón, no haber comido nada en toda la mañana (culpa mía). Sólo había desayunado (bien temprano), y con la emoción de mirar la tabla de tiempos durante la tanda de Aitor, la media hora de entrenos y demás se me había pasado todo volando y no había comido nada.

Por suerte no es la primera vez que me pasa (esto no se si es bueno o malo la verdad) y uno ya tiene el cuerpo hecho así que no me afectó a la concentración en pista y pude rodar constante en mis modestos tiempos. También tuve que gestionar el doblar a algunos coches, así como el que me doblaran multitud de ellos.

Quieras que no la experiencia en carreras de karting de resistencia me ayudó mucho a esta labor. Tenía miedo de liarla al dejarme doblar o perder mucho tiempo, pero analizando los tiempos de vuelta apenas tuvo impacto (punto positivo).

Poco a poco el depósito se iba gastando, así como mi energía mientras el dolor de cabeza crecía. Por suerte un segundo SC hacía acto de presencia, lo que me dió unas vueltas de «relax» que me ayudarón a renovar energías para la parte final de carrera. La parte final fue bastante constante, ya cansado no sólo físicamente sino moralmente al ver que no era capaz de bajar mis tiempos, pero quedando tan poco de carrera no quería que el remedio fuera peor que la enfermedad, así que seguí a ese ritmo.

Unos 10 minutos antes de acabar la carrera entraba a boxes para que Aitor terminara la misma, acabando en doceava posición de la general y octavos de clase. Una pena no poder acabar yo la carrera y pararme en el trece con mis compañeros comisarios, y una pena no haber estado en la categoría inferior, donde hubiéramos hecho un segundo puesto muy merecido.

Ha sido una gran experiencia que me ha marcado en muchos aspectos, y me ha valido para comprobar que cierta experiencia previa que tenía se puede extrapolar a otras categorías aparte del karting. Otros aspectos, sin embargo, necesito pulirlos para ser competitivo en turismos. Mi tiempo por vuelta no fue bueno, a 4 segundos del tiempo de Aitor y a 6 del tiempo del coche.

Más o menos creo donde sé que tengo que mejorar en ese aspecto, y es en entender y aprovechar mejor el paso por curva del coche. No tengo experiencia con slicks y no sé hasta donde pueden llegar en curva (así como el propio coche). Revisar la telemetría de mi mejor vuelta frente a la de Aitor tras la carrera ha sido de gran ayuda, dándome pistas de cosas que hago bien y cosas que hago mal. Ahora sólo falta hacer algún Track Day más con la Escuela Española de Pilotos para seguir mejorando gracias a ellos.

Y ya sabéis, si yo he podido hacerlo cualquiera puede. No considero que tenga nada especial que otras personas no puedan tener también, e incluso aunque tuviera algo especial otras personas podrían conseguir ese mismo nivel a base de entrenamiento. Si vuestro objetivo es correr espero que esta pequeña guía os haya servido para aclarar o daros algunas ideas.

2 thoughts on “Trofeo RACE de Navidad (IV): Corriendo en el Jarama

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