Un viaje que hay que hacer una vez en la vida. Así podríamos definir, igual que hace mucha otra gente, lo que para los amantes del automovilismo sería su primera experiencia en Nürburgring Nordschleife «el infierno verde» (o el Ring para los amigos). Llevaba tiempo queriendo ir, pero cuando hay ganas se buscan las formas, y la de este verano ha sido una buena oportunidad aprovechada.

Ya en mayo los amigos de 8000 vueltas pusieron los dientes largos subiendo al Ring con sus coches, y entonces empezamos a maquinarlo Javier Ranz y yo. Él se iba para Alemania unos meses durante el verano, así que quedamos en que yo iría en avión a algún sitio intermedio, me recogería en coche y bajaríamos al circuito. Allí alquilaríamos algo con lo que rodar. ¿Queréis saber qué tal nos fue?

Gracias al artículo de 8000 vueltas fue bastante fácil encontrar todo lo que necesitábamos. Coche teníamos para ir hasta el circuito, lo único que nos hacía falta allí eran tres cosas. Sitios donde comer, sitio donde dormir y un coche para rodar.

Encontramos varios alojamientos por 30€ noche y persona, por lo que el gasto no iba a ser mucho en ese aspecto. Comer tampoco es caro (ni barato). Una hamburguesa en el parking del Ring en el Devil’s Diner cuesta unos 10€, y cualquier sitio por la zona te puede costar menos de 20€ por persona con bebida.

En lo que más dinero te vas a gastar sin duda es en dos cosas; ir hasta allí y alquilar el coche. Directamente pongo esta opción porque es la más económica (si no te estrellas claro), pero podéis echar cuentas o revisar las que hicieron en este otro artículo de 8000 vueltas. A mi me costó un avión de ida y vuelta a Frankfurt, y luego el alquiler de uno de los archiconocidos Suzuki Swift, del que os contaré más cosas dentro de nada.

Todo lo pudimos hacer por Internet. Javier habló tanto con varios hostales como con la gente de Rent4Ring, la empresa donde alquilamos el Swift, y encima no tuvimos que hacer ningún tipo de depósito o señal antes. Vamos que si al final no puedes ir no te cuesta dinero, pero todos sabemos que vas a ir si o si.

El día que teníamos pensado rodar era un sábado, y el circuito abría como touristenfahrten. Esto significa que no abre el circuito completo (la recta no se hace entera) y que es como si entraras en una Autobahn de peaje. Puedes correr lo que quieras (aunque hay señales de velocidad en algunos sitios, como el puente de Adenau) pero tienes que cumplir el resto de normas de circulación. Básicamente son dos las que más tienes que respetar; adelantar SÓLO por la izquierda (y dejar paso a los que vayan más rápido, no seas el típico gilipollas que no deja adelantar porque lleva mucho churro y pocas manos) y ayudar en caso de accidente, aunque sea señalizando a otros coches.

Para entrar tienes que comprar vueltas, que se cargan en una tarjeta de proximidad que pasas por la barrera antes de salir a pista. Nosotros alquilamos el Swift en formato todo incluido, que trae el número de vueltas que quieras y un depósito de gasolina. Compramos 12 vueltas y un depósito, que junto con el coche nos costó 750€, a dividir al 50% ya que los dos queríamos rodar lo mismo. 12 vueltas para un día completo está bien (depende del día te apetecería dar alguna más), y un depósito no llega para darlas todas, o si, pero entonces no has disfrutado suficiente del Ring.

El Swift que alquilamos era el fase 2, con mejoras con respecto al Sport básico. Este Swift viene «algo» tocado con respecto al de fábrica: suspensiones de carreras Öhlins, pastillas de freno endless (del estilo Ferodo DS2500, que no tardan en calentar), caja de seguridad en el interior del coche y bien acolchada, llantas de 15″ para acomodar unos Toyo R888 semi slicks, un interior vaciado y dos backets con arneses de 4 puntos pero anclaje de cinturón de seguridad normal (no un anclaje por correa). El salpicadero se mantiene, así como el volante y el aire acondicionado. Mirad que es raro, pero el Sol apretó bastante, 30 grados, con una humedad de más del 50%. Pusimos el aire todo el rato aunque corriera menos, porque nos estábamos cociendo tras las primeras vueltas.

Dentro del Ring no es obligatorio casco (al menos en los touristenfahrten) aunque si recomendable siempre que entres a un circuito. Dejando una fianza de 50€ te dejan uno en Rent4Ring (luego te devuelven el dinero si el casco está bien). Por no llevar el mio ya que iba en avión los cogimos allí, por seguridad más que nada, que estas cosas no te hacen falta nunca hasta que de repente si… y aunque no era nuestra intención «triunfar» el primer día no te puedes fiar del infierno verde.

Y es que «triunfar» en este circuito sale muy caro. Para empezar, el coche tiene una franquicia de 2500€, cantidad que a poco que te hayas golpeado a las velocidades en las que te mueves seguro que alcanzas. A todo eso hay que añadir la bonita cantidad de arreglar los guardarailes, seguramente la grúa y si tienes mala suerte, el cierre del circuito y el transporte sanitario (si no tienes seguro médico privado que te lo cubra).

El motivo de ser la franquicia más baja de todas, un precio bajo de alquiler y un coche lo más parecido a lo que estamos habituados a conducir Javier y yo fue el motivo por el que lo alquilamos. El coche es verdad que no es muy potente (136cv aprox) y en ciertos sectores se queda corto, pero nos sorprendió lo rápido que se puede ir con él si consigues mantener la velocidad. Tiene un paso por curva muy bueno (suspensiones,frenos, jaula y neumáticos hacen muuuucho, junto con un buen chasis y una buena puesta a punto), tanto que coches más gordos (más del doble de potencia) llegaban a molestar (los alegres señores que os comentaba en el sexto párrafo).

Con todo esto tenemos los ingredientes necesarios para pasar una jornada increíble en el Ring, 12 vueltas a repartir entre Javier y yo, 240 Km por delante corriendo por el circuito más conocido del mundo para los amantes del motor. En la siguiente parte os contaré qué tal la experiencia, cómo es el circuito y cómo es el coche, que de momento esta presentación me ha quedado más larga de lo que esperaba.